El Enano Polvorita fue un eterno actor secundario de los elencos de reconocidos capocómicos de nuestro país. Tenía 46 años cuando murió en 1991, víctima de un paro cardiaco en plena vía pública. Sus últimos días, Oscar Carmelo Milazzo -tal como era su verdadero nombre- convivió entre el alcohol y la falta de trabajo

El Enano Polvorita fue por carisma, por convicción y por astucia, Oscar Carmelo Milazzo pudo llevar adelante una carrera distinta a lo que el destino tenía pensado para él. Por su baja estatura, que apenas superaba el metro veinte, desde niño sabía que sus posibilidades de trabajo serían limitadas y decidió dedicarse a la actuación. Para eso eligió el nombre artístico de Polvorita.
El Enano Polvorita
Desde su nacimiento, vivió en Berazategui, en la zona céntrica y en Villa Obrera, un barrio del partido de Lanús. Era sobrino del ex intendente municipal Nicolás Milazzo, quien gobernó el distrito entre 1973 y 1976. Lo poco que se sabe de sus orígenes es que su familia fue de clase media y nunca pasó necesidades. El Enano Polvorita
Si bien lo más típico para un actor con enanismo en aquellos años era terminar trabajando en un circo, la vida le daría la posibilidad de actuar con las más altas figuras del humor de nuestro país y lograr así tener una fructífera carrera durante las décadas del 70 y 80. Es así que sus dotes de actor recién lo pudo demostrar cuando tenía 25 años.

Con un personaje menor que ni siquiera tenía voz, debutó artísticamente en Embrujo de amor (1971), una historia de amor y el encanto que surge de una época y un tiempo lejano, en que los hombres y las mujeres vivían los sentimientos amorosos, tal vez, de una manera distinta a la actual. El mismo estaba protagonizado por Sandro y la actriz española Carmen Sevilla.
En 1973, Polvorita tuvo su segunda oportunidad en el cine cuando formó parte de La casa del amor, una película cómica, protagonizada por Jorge Porcel, Zulma Faiad, Elena Lucena, Enrique Liporace, Vera Váldor, Juan Manuel Tenuta y Moria Casán. En esta oportunidad, su personaje tampoco tenía voz e interpretaba a un enano de circo compartiendo la escena de un truco de magia con Cacho Castaña y Mónica Gonzaga. El Enano Polvorita
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Oscar Carmelo Milazzo
Trabajador y respetuoso, con el tiempo se transformó en un gran compañero de los actores que formaban parte de los numerosos elencos que integró. Su carrera fue tomando relevancia cuando en 1976, actuó en Soñar Soñar, una película del recordado director Leonardo Favio protagonizada por dos estrellas, pero no de la actuación: el popular cantante Gianfranco Pagliaro y el campeón mundial de boxeo Carlos Monzón. A diferencia de sus anteriores participaciones, tuvo un papel preponderante donde tuvo un diálogo en una escena que duró más de siete minutos con los protagonistas del filme.
Sin embargo, el mayor momento de popularidad llegó a principios de 1979 cuando Polvorita apareció en la comedia cinematográfica Expertos en pinchazos, de Hugo Sofovich. La trama protagonizada por Alberto Olmedo, Jorge Porcel y Moria Casán contaba las andanzas de dos empleados de una farmacia. Por pedido del actor nacido en Rosario, que había encontrado en el pequeño actor un ladero para que le dejara el pie justo en las breves, pero considerables escenas que solían compartir, fue convocado nuevamente para actuar en A los cirujanos se les va la mano (1980), otro éxito de Hugo Sofovich.
Consolidado en el medio, Oscar Carmelo Milazzo fue dirigido por Héctor Olivera en Los viernes de la eternidad en 1981, con Thelma Biral y Héctor Alterio como protagonistas. Ese mismo año, volvió a participar en Las mujeres son cosas de guapos, otra comedia de Sofovich. Seis años después, en 1987. Lo que surgió como un sketch en el programa No toca botón con Adriana Brodsky y Javier Portales, tuvo tanta popularidad que terminó siendo un filme. Polvorita estaba expuesto a cualquier tipo de pruebas para demostrar los supuestos poderes que tenía el personaje interpretado por Alberto Olmedo.
Un antes y un después …
Pero el sábado 5 de marzo de 1988, fue un momento que marcó un antes y un después en la joven vida de Polvorita. Esa mañana, la llovizna cubría toda la costa marplatense, presagio del llanto de todo un país. Pasadas las ocho de ese amanecer gris oscuro, Alberto Olmedo caería desde el piso 11 del Edificio Maral 39, ubicado sobre el Boulevard Marítimo a la altura de Playa Varese.

Pese al inmenso dolor y un triste presente, Milazzo intentó salir adelante con participaciones escuetas en algún que otro programa de televisión, muy lejos de aquel protagonismo y lugar que le había Olmedo en sus programas.
“Era muy buenito y el ‘negro’ Olmedo le hacía de todo. Si la gente supiera lo que Alberto le ha hecho a Polvorita se moriría de risa. Hay muchas anécdotas lindas”, reveló Juan Carlos El Flaco García en diálogo con Teleshow. “Le gustaban mucho las mujeres y en los sets de filmaciones bromeaba con Moria (Casán), Patrica Dal y con el resto de las chicas que formaban parte de los elencos y ellas le seguían la corriente. Era un gran tipo”, recordó.
Recursos limitados
Con recursos actorales relativamente limitados, Polvorita siempre salía airoso a la hora de encarnar una escena dramática o de humor. En el balance de su vida, Oscar Milazzo hizo nueve películas exitosas y rodeado de figuras de mucho peso. Además, tuvo diversas participaciones televisivas, trabajo en circos y durante años se subió a las tablas para hacer teatro de revistas junto a grandes cómicos como José Pepito Marrone y Tristán. Su principal muletilla “¡Ufaaa!”, fue uno de sus clásico remates en cada escena cómica que le tocó protagonizar.

En 1990 aparecería en una película muy distinta a la mayoría de las anteriores. Yo la peor de todas, un drama dirigido por María Luisa Bemberg y con un estelar elenco encabezado por la actriz española Assumpta Serna, la francesa Dominique Sanda. y Héctor Alterio. Fue la última vez que se lo vio frente a una cámara y sin demasiada trascendencia.
Vencido, triste y olvidado
Vencido, triste y olvidado, Oscar se instaló en su barrio natal y solo salía de su casa para realizar algún que otro tramite personal o encontrarse con los vecinos para compartir una breve charla. Cuando tenía todavía muchos años de carrera por delante, no tuvo más contacto con sus ex compañeros y amigos actores. Es más, el actor ante una durísima depresión también se había volcado al alcohol ante la falta de trabajo.
Polvorita murió inesperadamente el 29 de diciembre de 1991 en plena calle, víctima de un fulminante paro cardiaco cuando caminaba por la Calle 14 de Berazategui, frente a la estación ferroviaria. La despedida fue muy íntima y en el mayor de los silencios, motivo por el cual la noticia de su muerte siempre se mantuvo en secreto y provocó un montón de especulaciones y misterios hasta el día de hoy. Esta fue la historia de El Enano Polvorita
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Via Infobae.
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